Hoteles con encanto


El Hotel Villa de Laguardia

El Hotel Villa de Laguardia sorprende desde el primer momento por la perfecta fusión de decoración y distribución muy cuidadas y con un encanto especial. A esto hay que añadir el trato personalizado y cercano de todo su personal y la modernidad de sus instalaciones.

De este modo se consigue un alto grado de satisfacción para el cliente tanto para los viajeros que buscan descanso y ocio como los que necesitan desarrollar su trabajo. “Encanto y seducción entre viñedos” es el lema que ha guiado el hotel desde sus inicios, que pone de manifiesto el conjunto de experiencias que ofrece.

Está considerado como uno de los referentes de la comarca de Rioja Alavesa y en sus cinco años de vida se ha convertido en el lugar perfecto para disfrutar tanto de sus confortables estancias y servicios como de sus bellos alrededores marcados por la tradición vitivinícola de la zona. De hecho el hotel, miembro de la Ruta del Vino de Rioja Alavesa, basa su atractiva oferta en cuatro parámetros insustituibles: calidad, servicio, encanto y armonía, que dan como resultado que cada estancia constituye una experiencia que no se olvida fácilmente.
A todo ello se añaden servicios exclusivos como son sus amplios jardines con terraza, una zona recreativa para los más pequeños, piscina exterior, biblioteca temática, vinoteca, tienda con productos típicos, parking exterior y garaje privado. Además, también ofrece coquetas salas de reuniones equipadas con las últimas tecnologías e incluso una bodega privada (que situada a seis metros de profundidad, ofrece la posibilidad de catar los mejores vinos de la Comarca entre una selección de más de 10.000) y que es el escenario perfecto para la celebración de eventos y presentaciones en un entorno y ambiente diferentes.
Uno de los grandes atractivos del Hotel Villa de Laguardia es que constituye el punto de partida para conocer la riqueza cultural, patrimonial y natural de localidades cercanas como Laguardia, Elciego, Samaniego, Labastida, Oyón, Labraza, Lapuebla de Labarca, Villabuena, etc. o incluso Logroño, a escasos kilómetros y Vitoria-Gasteiz a 40 minutos. Pero además, el Hotel ofrece un variado abanico de propuestas y actividades enoturísticas que nos darán a conocer la gastronomía, la cultura del vino y los diferentes recursos de Rioja Alavesa.
Para los amantes del Golf, el Hotel Villa de Laguardia propone a sus clientes acudir a varios campos con los que mantiene acuerdos. La oferta de diferentes paquetes de “vino y golf” permiten, además de disfrutar del alojamiento, conocer la comarca y practicar su deporte favorito en campos como Izki y Lagrán, en Urturi (Álava), La Grajera, en Logroño y el de Rioja Alta, en Cirueña.

El Hotel Villa de Laguardia ha sido distinguido por diferentes premios y reconocimientos entre los que sen pueden mencionar dos premios de “Best of Wine Tourist Vitivinícola” 2004-2005 en las categorías de “Alojamiento” y “Fiestas y Eventos” de la red internacional Great Wine Capitals.
En la Villa Medieval de Laguardia nos podemos encontrar con más de veinte establecimientos hosteleros de diferente tipología en los que la gastronomía tradicional de la comarca convive con nuevas propuestas culinarias.

En los últimos años el restaurante El Medoc Alavés, ubicado dentro del hotel Villa de Laguardia se ha convertido en uno de los referentes de la comarca. Es un reconocido restaurante en el que la cocina riojana y vasca en general y alavesa en particular alcanza altas cotas de satisfacción para el comensal gracias a la utilización de las mejores materias primas y a un equipo de cocina con numerosos reconocimientos. Con una decoración agradable y un servicio impecable, es la mejor manera de conocer la riqueza gastronómica de la zona y de degustar a un precio muy asequible los caldos de la D.O. La Rioja. Su variada y apetecible carta ronda un precio medio de unos treinta y ocho euros, llegando a constituir un establecimiento con una relación calidad-precio muy satisfactoria.

Platos como las yemas de huevo de caserío recubiertos de mozzarella con setas de temporada e ibéricos, aceite de trufa de la montaña alavesa y patatas paja o el carpaccio de buey Wagyu con escamas de parmesano y aceite de Rioja Alavesa conviven con las verduras de temporada con salteado de ibéricos o el taco de bacalao asado sobre lecho de pimientos estofados en casa o el corderito lechal asado a baja temperatura. Los postres elaborados en el propio restaurante serán el colofón perfecto para cualquier celebración o reunión culinaria.
Si se desea comer algo informal y asequible a todos los bolsillos en la zona de Cafetería y en su porche se dispone de una carta de picoteo y otra de comida italiana realizada por el equipo de cocina dirigido por Jokin de Agirre muy apropiadas para niños, familias y jóvenes
Hotel Villa de Laguardia
Paseo de San Raimundo, Nº15
01300 Laguardia (Alava).
Teléfono de Información y Reservas:
945 600560.
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EL HOTEL ALMORATÍN

Enclave perfecto para perderse unos días y disfrutar del campo mientras uno se contagia del relax y de la comodidad de un establecimiento que sorprende gratamente a todos sus visitantes.

Su privilegiada ubicación en la villa de Torres, en pleno centro del Parque Natural de Sierra Mágina, lo convierte en el lugar ideal para realizar todo tipo de actividades relacionadas con la naturaleza y el aire libre como el senderismo, la espeleología, la escalada o la caza. Un rincón único para respirar aire puro, desconectar de la rutina y disfrutar de los placeres que nos brinda la naturaleza en este territorio marcado por el ritmo de vida que demanda el olivar y por el encanto de sus pueblos.
 
Origen y destino para conocer los secretos que encierra Sierra Mágina, este hotel, inaugurado en la primavera de 2006, está inspirado en los grandes cortijos andaluces de la comarca. De ahí que las habitaciones se distribuyan en torno a una plaza interior confiriendo al hotel una peculiar forma redonda.
El Hotel dispone de 60 habitaciones que se distribuyen en 3 suites, 15 habitaciones de matrimonio y 42 habitaciones dobles equipadas con cuarto de baño, televisión y teléfono. Confortables, amplias y acogedoras, todas ellas están decoradas en tonos suaves, con ligeros muebles de forja antigua y, lo más importante, ofrecen al viajero unas magníficas panorámicas de la sierra.

A la hora de reponer fuerzas para poder seguir disfrutando de todos los encantos que nos ofrece esta bella sierra, el Restaurante Almoratín ofrece al viajero un amplio y selecto menú. Una gastronomía rica en matices y sabores que aúna la selecta cocina de la tierra con los platos más típicos y exquisitos. Los gazpachos, pipirranas y potajes -tan característicos de toda la comarca- se elaboran aquí con mimo y dotándolos de personalidad propia. ¿Algunas sugerencias imprescindibles? El guiso de trigo, los andrajos, la sobrehúsa, la achorizada y las chacinas artesanales. Y como dulce colofón, el sabor casero de los roscos fritos, las tortas de aceite, mantecados y almendrados, y las innovadoras mermeladas de higos, brevas o calabazas. Todo ello regado con licores tradicionales como el risol, el vino de nueces y el clásico y delicioso licor de cerezas.

El Hotel Almoratín, además de estar perfectamente habilitado para el descanso, también constituye un destino ideal para celebrar reuniones de trabajo, incentivos de empresa o congresos. Para garantizar el éxito de este tipo de eventos, el hotel cuenta con acogedores salones dotados de toda clase de servicios auxiliares y medios audiovisuales. Además, para banquetes y celebraciones, el hotel pone a disposición de sus clientes sus magníficas instalaciones, entre las que destaca un amplio salón de bodas con capacidad para 500 personas. Completan la oferta de servicios de este idílico establecimiento, su piscina y terraza exterior, el spa, el solarium, un amplio aparcamiento y la posibilidad de conectarse a Internet de forma gratuita. Para facilitar a los viajeros sus excursiones por la zona, desde el mismo hotel se pueden contratar visitas guiadas por Sierra Mágina. Mención especial merece el trato amable y hospitalario de todo su personal, que no duda en sugerir rutas y todo tipo de actividades para hacer de la estancia de sus huéspedes una experiencia única.
 
Hotel  Almoratín***
Ctra. Torres a Albánchez de Mágina, km. 2,800.
23540 TORRES (Jaén)
Tfno.: 953 363 100
almoratin@partner-hotels.com


El Palacio de Samaniego


Es en este entorno, en el que el vino lo envuelve todo, donde el Palacio de Samaniego se alza ante el visitante. Un edificio de piedra de sillería que data de finales del siglo XVII, reconvertido desde finales del XX en algo más que un pequeño hotel con encanto. Ya rehabilitado, Palacio de Samaniego Hotel & Restaurante es hoy un ejemplo vivo de la hospitalidad hecha confort, de la tradición gastronómica más vanguardista y el trato personalizado de sus gerentes. Cada rincón y cada habitación de este señorial edificio, cada plato y cada vino que se sirve en su restaurante, recupera el esplendor de otras épocas, ofrecidas al visitante como suculentos bocados de historia.

Si las paredes de este Palacio hablaran, contarían las historias del cura de la localidad, Diego López Samaniego, primer propietario del edificio desde su construcción, y de esos primeros años en los que los salones del edificio acogían ceremonias parroquiales; más tarde, la  herencia de López Samaniego pasa a manos del Obispado de Vitoria en 1913, época en la que surge el apelativo de ‘la casa del cura’ como todavía hoy rememoran algunos vecinos de la localidad. Si las paredes hablaran, contarían los romances decimonónicos de los que unos pocos privilegiados eran testigos, cuando los salones del Palacio eran utilizados para proyección de películas. Si las paredes de este Palacio hablaran, contarían cómo llegó a alcanzar un estado de ruina casi total, hasta que la Diputación Foral de Álava impulsó su remodelación en 1984. Y si las paredes de este Palacio hablaran, contarían cómo una joven pareja decidió tomar las riendas de su gerencia, con amor, esfuerzo y dedicación, con el fin de crear un hotel con encanto, y con historia; un restaurante de tradición gastronómica, y a la vanguardia culinaria; un lugar en el que el verdadero encanto reside en el placer de conocerlo.

El Palacio de Samaniego Hotel & Restaurante, de exterior imponente y noble, es un alojamiento situado en una plaza de la señorial villa de Samaniego. La puerta de entrada, custodiada por el escudo heráldico de la familia Samaniego, es también la vía de acceso a un mundo de sensaciones. Sus 12 habitaciones acogen a cada uno de sus huéspedes en estancias flanqueadas por anchos muros de piedra, decoradas con estampados cálidos y mobiliario tradicional realizado en maderas nobles y enea. Elementos que, con mucho esmero, recrean una atmósfera de sencillez en la que no se descuida ni un solo detalle de las comodidades que un hotel de hoy en día debe tener.

Junto con las habitaciones, Palacio de Samaniego Hotel & Restaurante dispone de tres sobrios y elegantes salones-comedores, con un espacio confortable y amable para la celebración de reuniones privadas. Entre todos, destaca el comedor principal, una estancia luminosa, decorada al detalle y dispuesta con seis mesas redondas, con una capacidad para  32 comensales. Escenarios como este, hacen perfecta cualquier reunión, por sencillo que sea el acontecimiento objeto de la celebración. Asimismo, el Hotel cuenta con una cafetería, situada en la planta noble del establecimiento, donde disfrutar de una agradable tertulia entre huéspedes y gentes del lugar.
 El restaurante es, junto con el alojamiento en sí, la zona más prestigiosa de Palacio de Samaniego Hotel & Restaurante, sobre todo por estar dirigido por Jon Ugalde, prestigioso cocinero donostiarra que cuenta con una larga trayectoria de dedicación en el mundo de la hostelería. Entre sus grandezas profesionales, presume de haber estado bajo la tutoría de maestros de reconocido prestigio, como Martín Berasategui, además de contar con el reconocimiento del premio Pil Pil en el año 1998 al mejor plato tradicional. Es precisamente, Jon Ugalde el responsable del diseño y la supervisión de cada uno de los exquisitos platos que se elaboran diariamente en sus fogones. Los platos elegidos en la carta del Palacio de Samaniego logran la admiración, el placer y el reconocimiento de los clientes del Hotel. Y no sólo de ellos, porque el restaurante del Palacio de Samaniego tiene las puertas abiertas para todo aquel que se acerque a degustar cualquiera de sus creaciones.

Con su carta, este donostiarra consigue que cada comensal se sienta un auténtico privilegiado. Sólo para empezar, el restaurante del Hotel propone Ravioli de bonito marinado con gelee de tomate y gazpacho de sandía, ensalada de Carpaccio de langostinos y tomate confitado con vinagreta de frambuesas. Los segundos, que en este caso concreto se componen a base de carnes de primera y pescados frescos, acompañados de una variedad de ingredientes que merece la pena destacar. Son lomito de rape asado sobre pisto y emulsión de yema de huevo, o manitas de cerdo rellenas al horno con escalope de foie y compota de reineta. Como no hay dos sin tres, deliciosos postres, completan esta oferta culinaria que además estará regada por los excelentes caldos que se prodigan en la zona; y es que el vino es otro de los aspectos que desde el Palacio de Samaniego se cuida con especial atención.
www.palaciosamaniego.com